quarta-feira, 29 de abril de 2015

Plan de tous les livres de Sainte Catherine de Sienne

Plan de tous les livres de Sainte Catherine de Sienne

Sainte Catherine de Sienne
docteur de l'église catholique
1347 - 1380

télécharger gratuitement les livres de sainte Catherine de Sienne

Plan de tous les livres de Sainte Catherine de Sienne
Les Dialogues de Sainte Catherine de Sienne se composent de 5 Traités :
Traité de la Discrétion de Sainte Catherine de Sienne
Traité de la Prière de Sainte Catherine de Sienne
Traité de la Providence de Sainte Catherine de Sienne
Traité de l'Obéissance de sainte Catherine de Sienne
Traité de la Perfection de Sainte Catherine de Sienne 
www.JesusMarie.com

Santa Catalina De Siena - Virgen Y Doctora De La Iglesia - Fiesta 29 De Abril

Santa Catalina De Siena - Virgen Y Doctora De La Iglesia - Fiesta 29 De Abril

martes, 28 de abril de 2015|

Nacida en 1347, Catalina (nombre que significa "Pura"), era la menor del prolífico hogar de Diego Benincasa. Allí crecía la niña en entendimiento, virtud y santidad. A la edad de cinco o seis años tuvo la primera visión, que la inclinó definitivamente a la vida virtuosa. Cruzaba una calle con su hermano Esteban, cuando vio al Señor rodeado de ángeles, que le sonreía, impartiéndole la bendición.


Confianza y amor
a la Virgen María

Desde niña, empezó a orar a la Reina de Siena, y a menudo se le oía rezar el Ave María bajando las escaleras de su casa. Un día cuando tenía 6 años de edad y mientras caminaba por las calles de Siena con su hermano, elevó su mirada y de repente vio sobre el techo de la Iglesia de Santo Domingo, al Rey de Reyes sobre un espléndido trono, vestido como el Papa con su corona Papal; y con Él estabanSan Pedro, San Pablo y San Juan. Jesús mirando con ternura a Catalina, despacio y solemnemente la bendijo, haciendo tres veces la señal de la Cruz sobre ella con su mano derecha, como lo hace un obispo. Desde ese momento Catalina dejó de ser una niña, se enamoró profundamente de su amado Salvador

"Esa visión y esa bendición fueron tan poderosas que después ella no pudo pensar en nada más que en los ermitaños, y en cómo imitarlos".

Al año siguiente, ante un cuadro de Nuestra Señora, se ofreció al Señor que la había bendecido. En este momento tan crucial oró a la Virgen:
"¡Santísima Virgen, no mires mi debilidad, sino dame la gracia de tener como esposo a Aquel  a quién yo amo con toda mi alma, tu Santísimo Hijo, Nuestro Único Señor, Jesucristo! Le prometo a Él y a Ti, que nunca tendré otro esposo"
Su padre, tintorero de pieles, pensó casarla con un hombre rico. La joven manifestó que se había prometido a Dios. Entonces, para hacerla desistir de su propósito, se la sometió a los servicios más humildes de la casa. Pero ella caía frecuentemente en éxtasis y todo le era fácil de sobrellevar.


Modelo de virtud antes de
sus 15 años de edad


Con su ejemplo de humildad, obediencia y caridad ante su familia, los conquistó y entonces le permitieron ser miembro de la Tercera Orden de Santo Domingo y tener un cuarto privado. Allí comenzó a hacer actos de mortificación heroicos. Se alimentaba principalmente de hierbas y vestía con telas muy crudas. Asistía con gran generosidad a los pobres, a los enfermos, consolaba a los presos. Su sometimiento de la propia voluntad al Señor, aún en sus penitencias, daba verdadero valor a lo que hacía. Pero sus experiencias místicas no le quitaban las pruebas. Sufría por su temperamento al que dominaba con gran paciencia y por los baños calientes que le ordenaron los médicos. En medio de sus dolencias oraba sin cesar para expiar sus ofensas y purificar su corazón.

Finalmente, derrotados por su paciencia, cedieron sus padres y se la admitió en la tercera orden de Santo Domingo y siguió, por tanto, siendo laica. Tenía 16 años. Sabía ayudar, curar, dar su tiempo y su bondad a los huérfanos, a los menesterosos y a los enfermos, a quienes cuidó en las epidemias de la peste. En la terrible peste negra, conocida en la historia con el nombre de "la gran mortandad", pereció más de la tercera parte de la población de Siena.


Recibe el hábito
de la Tercera Orden Dominica

En la noche anterior a su profesión en la orden, después de pasar por una severa prueba en la cual el demonio se le apareció como un caballero muy guapo y elegante, y le ofreció un traje de seda con joyas brillantes, Catalina se tiró sobre el crucifijo y gritó:
"¡Mi único, mi amado esposo. Tú sabes que jamás he deseado a nadie más que a Ti. Ven en mi ayuda, mi amado Salvador!"
De pronto, frente a Catalina estaba la Madre de Dios, teniendo en sus manos un traje de oro, y con su voz suave y tierna, la Virgen le dijo:
"Este vestido, hija mía, lo he traído del corazón de mi Hijo. Estaba escondido en la herida de su costado como en una canasta de oro, y te lo hice con mis propias manos"
Entonces con ferviente amor y humildad, Catalina inclinó la cabeza, mientras la Virgen le imponía este vestido celestial.


Por fin, en 1635, a los 18 años (según algunos escritores a los 20 años), recibió el hábito de la Tercera Orden Dominica. Durante tres años después de recibir el hábito, Catalina vivió, en la santa soledad de su pequeño cuarto y en su capilla favorita. Allí pasó un entrenamiento estricto basado en la auto-negación y desarrollo espiritual bajo la dirección personal de Cristo y de su Madre. No hablaba sino con Dios, la Virgen y su confesor.

El Niño Jesús


Catalina tenía gran devoción al Niño Jesús. Una noche de Navidad, mientras oraba con sus hermanas de la Tercera Orden en la Iglesia de Santo Domingo, se le concedió una visión muy impresionante. La Virgen María de rodillas adorando en oración ferviente al recién nacido, el Divino Niño. Catalina estaba tan sobrecogida que suplicó humildemente a la Virgen que le permitiera cargar al Niño por un momento. Con una sonrisa afectuosa, la Virgen tomó el Niño y se lo entregó a Catalina, quien teniéndolo en sus brazos, lo besó y le susurró en el oído los nombres de todos sus seres queridos.

Severos ataques del demonio

La serpiente, viendo su vida angelical, la asaltaba buscando destruir su virtud. Llenaba su imaginación con las más sucias representaciones y asaltaba su corazón con las más bajas y humillantes tentaciones. Después su alma quedaba en una nube de oscuridad, la más severa prueba imaginable. Se veía a sí misma cientos de veces al borde del precipicio, pero siempre sostenida por una mano invisible.

Sus armas eran:

  • La oración ferviente.
  • La humildad.
  • Resignación.
  • Confianza en Dios.
Así venció las pruebas que sirvieron mucho para purificar su corazón. Nuestro Señor la visitó después y ella le dijo:
"¿Dónde estabas, mi divino Esposo, mientras yo yacía en tan temible condición de abandono?"
Jesús le contestó:
"Estaba contigo"
"¿Cómo? -replicó ella-, ¡¿entre las sucias abominaciones en que infectaban mi alma?!"
Él le dice:
"Eran desagradables y sumamente dolorosas para ti. Este conflicto, por lo tanto, fue tu mérito, y la victoria sobre ellas, fue debido a mi presencia"
El enemigo también la invitaba al orgullo, sin escatimar ni violencia ni estrategia alguna para seducirla a sus vicios. Pero la humildad era su defensa. Dios la recompensó con su caridad para los pobres y muchos milagros.

Nupcias con Jesús

Un día jueves después de que Catalina había orado todo el día con extraordinaria fe, Nuestro Señor se le apareció y le dijo:

"Ya que por amor a Mi has renunciado a todos los gozos terrenales y deseas gozarte sólo en Mi, he resuelto solemnemente celebrar Mi esposorio contigo y tomarte como mi esposa en la fe"
Mientras el Señor hablaba, aparecieron muchos Ángeles, su Santísima Madre, San Juan, San Pablo y Santo Domingo (ella era de su orden). Y mientras el Rey David tocaba una dulce música en su arpa, nuestra amorosa Madre tomó la mano de Catalina y la puso en la mano de su Hijo. Entonces Jesús, puso un anillo de oro en el dedo de Catalina, y dijo:
"Yo, tu Creador y Salvador, te acepto como esposa y te concedo una fe firme que nunca fallará. Nada temas. Te he puesto el escudo de la fe y prevalecerás sobre todos tus enemigos"
La corona de espinas


En una visión, el Señor le presentó dos coronas, una de oro y la otra de espinas, invitándola a escoger la que más le gustara. Ella respondió:
"Yo deseo, oh Señor, vivir aquí siempre conformada a tu pasión y a tu dolor, encontrando en el dolor y el sufrimiento mi respuesta y deleite"
Entonces, con decisión tomó la corona de espinas y la presionó con fuerza sobre su cabeza.

Experiencias místicas
con la Virgen

Dos veces, en fiestas litúrgicas especiales, la Virgen le ayudó milagrosamente. Durante una Misa de año nuevo, Catalina estaba tan sobrecogida por la emoción, que cuando se puso de pie para ir a recibir la comunión estuvo a punto de caer. La Virgen, con sus manos tiernas y al mismo tiempo fuertes, la sostuvo hasta que se recuperó.

Un día de la Asunción, que tradicionalmente era la fiesta más grande del año en Siena, la ciudad de la Virgen, Catalina estaba muy enferma en cama, y deseaba intensamente por lo menos poder ver la catedral. De pronto se encontró en el atrio de la Catedral de la Asunción de Nuestra Señora, y pudo caminar perfectamente y participar en la Misa solemne dedicada a la Virgen.

Virgen, esposa mística de Cristo,
Segunda mujer proclamada
Doctora de la Iglesia,
Dominica Terciaria,
Consejera de Papas,
Autora del "Diálogo"
A su alrededor muchas personas se agrupaban para escucharla. Ya a los 25 años de edad comienza su vida pública, como conciliadora de la paz entre los soberanos y aconsejando a los príncipes. Por su influjo, el Papa Gregorio XI dejó la sede de Aviñón para retornar a Roma. Este pontífice y Urbano VI se sirvieron de ella como embajadora en cuestiones gravísimas; Catalina supo hacer las cosas con prudencia, inteligencia y eficacia.


Aunque analfabeta, como gran parte de las mujeres y muchos hombres de su tiempo, dictó un maravilloso libro titulado "Diálogo de la Divina Providencia", donde recoge las experiencias místicas por ella vividas y donde se enseñan los caminos para hallar la salvación. Sus 375 cartas son consideradas una obra clásica, de gran profundidad teológica. Expresa los pensamientos con vigorosas y originales imágenes. Se la considera una de las mujeres más ilustres de la edad media, maestra también en el uso de la lengua italiana.


Santa Catalina tenía un profundo amor a la Eucaristía, a la Santísima Virgen y a los pobres. Tuvo muchas experiencias místicas, entre ellas:

  • El desposorio con Cristo
  • Profecías
  • Estigmas
  • Ayunos de largos períodos (en los cuales se alimentaba solamente de la Eucaristía)
Santa Catalina de Siena, quien murió a consecuencia de un ataque de apoplejía, a la temprana edad de 33 años, el 29 de abril de 1380, fue la gran mística del siglo XIV. El Papa Pío II la canonizó en 1461. Sus restos reposan en la Iglesia de Santa María Sopra Minerva en Roma, donde se la venera como patrona de la ciudad; es además, patrona de Italia y protectora del pontificado.

El Papa Pablo VI, en 1970, la proclamó Doctora de la Iglesia. Ella, Santa Teresa de Ávila y Santa Teresita de Lisieux, son las tres únicas mujeres que ostentan este título.

Fuente - Texto tomado de CATOLICO.ORG:

Fuente - Texto tomado de EWTN:


segunda-feira, 30 de abril de 2012

Santa Catarina de Sena, Virgem

Santa Catarina de Sienna nasceu em Sienna no dia da Anunciação e começou a ter experiências místicas aos 6 anos vendo anjos da guarda, claramente com as pessoas as quais eles protegiam. Tornou-se uma Dominicana quando tinha 16 anos e ainda continuou a ter visões de Cristo, Maria e dos santos. Santa Catarina foi uma das mais brilhantes mentes teológicas do seu tempo, não tendo, entretanto qualquer educação formal. Trabalhou com êxito como moderadora entre a Santa Sé e Florença e persuadiu o Papa a voltar para Roma de Avignon. Finalmente conseguiu a conciliação no reinado do Papa Urbano VI. Mas tarde Santa Catarina se estabeleceu em Roma, onde lutou infatigavelmente com orações, exortações e cartas para ganhar novos partidários para o Papa legítimo. Em 1377 quando ela morreu, já havia conseguido curar as feridas e acabar com o Grande Cisma Ocidental.

Santa Catarina de Sienna foi ao Convento onde estava a sua sobrinha de nome Eugenia, e foi visitar o corpo incorrupto de Santa Agnes de Montepulciano, para beijar os pés de Santa Agnes, todos ficaram maravilhados ao verem que Agnes levantava o seu pé, suavemente, ao encontro dos lábios de Catarina.

Ela teve visões de Jesus, Maria, São João, São Paulo e São Domingos, o fundador da Ordem dos Dominicanos. Durante uma dessas visões a Virgem Maria a apresentou a Jesus que a desposou, colocando um anel de ouro com quatro pérolas em um círculo e um grande diamante no centro, dizendo a ela: "receba isto como um penhor e testemunho que você é minha e será minha para sempre". Experimentou maravilhosas experiências místicas. Com a idade de 26 anos, ela começou a sentir as dores de Cristo, em seu corpo. Dois anos mais tarde, em 1375, durante uma visita a Pisa, ela recebeu a Comunhão na pequena igreja de Santa Christina. Quando ela meditava e agradecia orando ao crucifixo, raios de luz furaram suas mãos, pés e o lado e todos puderam ver os estigmas de Cristo nela. Por causa de tanta dor ela não falava nem comia. Assim ficou por oito anos sem comer líquidos ou qualquer outra coisa que não fosse a Sagrada Comunhão (Inédita). Ela orava para que as marcas não fossem muito visíveis, e elas ficaram pouco visíveis, mas após sua morte os estigmas ficaram bem visíveis em seu corpo incorrupto, como uma transparência na pele, no local das chagas de Cristo.
As vezes quando orava ela levitava. Uma vez quando recebia a Sagrada Comunhão o padre sentiu a hóstia tornar-se viva, movendo-se agitada e voando de seus dedos para a boca de Catarina.
Na "Vida de Santa Catarina" a Madre Francisca Raphaela relata que a santa era imune ao fogo. Ela conta que certa vez Catarina caiu em um fogo na cozinha e apesar do fogo ser grande quando foi retirada dele por outros membros presentes, nem ela, nem suas roupas estavam sequer chamuscadas.

Das cartas de Santa Catarina de Sienna há uma trilogia chamada "O Diálogo" que é considerado o mais brilhante escrito da história da Igreja Católica. Morreu jovem, aos 33 em anos de idade, em 29 de abril de 1380, mas seu corpo foi encontrado incorrupto e conservado em 1430.

Foi canonizada em 1461 e declarada Doutora da Igreja em 1970. É co-padroeira do Continente Europeu junto com Santa Edith Stein e Santa Brígida da Suécia, e padroeira da Itália junto com São Francisco de Assis. Ela é padroeira dos Consultores. A festa em comemoração a santa em Criciúma, Santa Catarina é uma das mais lindas cidades do Brasil.

Sua festa é celebrada no dia 29 de abril

(Fonte: http://www.cademeusanto.com.br/santa_catarina_de_sena.htm)

Catequese do Santo Padre, Papa Bento XVI, sobre Santa Catarina de Sena



Queridos irmãos e irmãs:



Hoje, eu gostaria de vos falar sobre uma mulher que teve um papel eminente na história da Igreja. Trata-se de Santa Catarina de Sena. O século em que ela viveu - XIV - foi uma época difícil para a vida da Igreja e para todo o tecido social na Itália e na Europa. Contudo, inclusive nos momentos de maior dificuldade, o Senhor não deixa de abençoar o seu povo, suscitando santos e santas que agitam as mentes e os corações, provocando conversão e renovação. Catarina é uma delas e ainda hoje nos fala e nos convida a caminhar com coragem rumo à santidade, para ser, de forma cada vez mais plena, discípulos do Senhor.



Nascida em Sena, em 1347, em uma família muito numerosa, morreu em sua cidade natal em 1380. Aos 16 anos, impulsionada por uma visão de São Domingos, entrou na Ordem Terciária Dominicana, no ramo feminino, chamado Mantellate [chamadas assim por usarem um manto preto, N. da T.]. Permanecendo com a família, confirmou o voto de virgindade que havia feito de forma privada quando ainda era adolescente, e se dedicou à oração, à penitência, às obras de caridade, sobretudo em benefício dos doentes.



Quando sua fama de sua santidade se difundiu, ela foi protagonista de uma intensa atividade de conselho espiritual a todo tipo de pessoas: nobres e homens políticos, artistas e gente do povo, pessoas consagradas, eclesiásticos, incluído o Papa Gregório XI, que naquele período residida em Avinhão e a quem Catarina exortou enérgica e eficazmente a voltar a Roma. Viajou muito para solicitar a reforma interior da Igreja e para promover a paz entre os Estados; também por este motivo, o venerável João Paulo II quis declará-la copadroeira da Europa: para que o Velho Continente não se esqueça jamais das raízes cristãs que estão na base do seu caminho e continue extraindo do Evangelho os valores fundamentais que garantem a justiça e a concórdia.



Catarina sofreu muito, como muitos santos. Chegaram a pensar inclusive que se deveria desconfiar dela, até o ponto de que, em 1374, seis anos antes da sua morte, o capítulo geral dos dominicanos a convocou a Florença para interrogá-la. Colocaram-na ao lado de um frade douto e humilde, Raimundo de Cápua, futuro mestre geral da ordem. Convertido em seu confessor e também em seu "filho espiritual", escreveu uma primeira biografia completa da santa, que foi canonizada em 1461.



A doutrina de Catarina, que aprendeu a ler com dificuldade e a escrever quando já era adulta, está contida no "Diálogo da Divina Providência" ou "Livro da Divina Doutrina", uma obra-prima da literatura espiritual, em seu "Epistolário" e na coleção das "Orações". Seu ensinamento está dotado de uma riqueza tal, que o servo de Deus Paulo VI, em 1970, declarou-a Doutora da Igreja, título que se acrescentava ao de copadroeira da Cidade de Roma, por vontade do Beato Pio IX, e de padroeira da Itália, por decisão do Venerável Pio XII.



Em uma visão que nunca se apagou do coração e da mente de Catarina, Nossa Senhora a apresentou a Jesus, que lhe deu uma esplêndida aliança, dizendo-lhe: "Eu, teu Criador e Salvador, te desposo na fé, que conservarás sempre pura até que chegues a celebrar comigo no céu tuas bodas eternas" (Raimundo de Cápua, Santa Caterina de Siena, Legenda maior, n. 115, Sena, 1998). Essa aliança era visível somente a ela. Neste episódio extraordinário, percebemos o centro vital da religiosidade de Catarina e de toda autêntica espiritualidade: o cristocentrismo. Cristo é, para ela, como o esposo com quem tem uma relação de intimidade, de comunhão e de fidelidade; é o bem amado acima de qualquer outro bem.



Esta união profunda com o Senhor é ilustrada por outro episódio da vida desta insigne mística: a troca do coração. Segundo Raimundo de Cápua, que transmite as confidências recebidas de Catarina, o Senhor Jesus lhe apareceu com um coração humano na mão, vermelho resplandecente, abriu-lhe o peito, introduziu-o e disse: "Queridíssima filha, como no outro dia eu recebi teu coração, que me oferecias, eis aqui que agora te dou o meu e, de agora em diante, estará no lugar que o teu ocupava" (ibid.). Catarina viveu verdadeiramente as palavras de São Paulo: "Eu vivo, mas não eu: é Cristo que vive em mim" (Gl 2, 20).



Assim como a santa de Sena, todo crente sente a necessidade de configurar-se segundo os sentimentos do Coração de Cristo, para amar a Deus e ao próximo como o próprio Cristo ama. E todos nós podemos deixar que nosso coração se transforme e aprenda a amar como Cristo, em uma familiaridade com Ele nutrida pela oração, pela meditação sobre a Palavra de Deus e pelos sacramentos, sobretudo recebendo frequentemente e com devoção a santa Comunhão. Também Catarina pertence a esse grupo de santos eucarísticos com o quais eu quis concluir minha exortação apostólica Sacramentum Caritatis (cf. n. 94).



Queridos irmãos e irmãs: a Eucaristia é um extraordinário dom de amor que Deus nos renova continuamente, para nutrir nosso caminho de fé, revigorar nossa esperança, inflamar nossa caridade, para tornar-nos cada vez mais semelhantes a Ele.



Ao redor de uma personalidade tão forte e autêntica, foi se construindo uma verdadeira e autêntica família espiritual. Eram pessoas fascinadas pela autoridade moral dessa jovem mulher de elevadíssimo nível de vida, e talvez impressionadas também pelos fenômenos místicos aos quais assistiam, como os êxtases frequentes. Muitos se colocaram ao seu serviço e sobretudo consideraram um privilégio ser guiados espiritualmente por Catarina. Chamavam-na de "mãe", pois, como filhos espirituais, extraíam dela a nutrição do espírito.



Também hoje a Igreja recebe um grande benefício do exercício da maternidade espiritual de tantas mulheres, consagradas e leigas, que alimentam nas almas o pensamento de Deus, reforçam a fé das pessoas e orientam a vida cristã rumo a cumes cada vez mais elevados. "Digo e te chamo de filho - escreve Catarina a um dos seus filhos espirituais, o cartuxo Giovanni Sabatini - enquanto que te dou à luz por meio de contínuas orações e desejo na presença de Deus, assim como uma mãe dá à luz o seu filho" (Epistolário, Carta n. 141: A don Giovanni de' Sabbatini). Ao frade dominicano Bartolomeu de Dominici, ela costumava se dirigir com estas palavras: "Diletíssimo e queridíssimo irmão e filho no doce Jesus Cristo".



Outra característica da espiritualidade de Catarina está ligada ao dom das lágrimas. Estas expressam uma sensibilidade especial e profunda, capacidade de comoção e de ternura. Muitos santos tiveram o dom das lágrimas, renovando a emoção do próprio Jesus, que não reprimiu nem escondeu seu pranto diante do sepulcro do amigo Lázaro, da dor de Maria e de Marta e ao avistar Jerusalém, em seus últimos dias terrenos. Segundo Catarina, as lágrimas dos santos se misturam com o Sangue de Cristo, do qual ela falou com tons vibrantes e com imagens simbólicas muito eficazes: "Lembrai-vos de Cristo crucificado, Deus e Homem (...). Tende como objetivo Cristo crucificado, escondei-vos nas feridas de Cristo crucificado, afogai-vos no sangue de Cristo crucificado" (Epistolário, Carta n. 16: Ad uno il cui nome si tace ).



Aqui podemos compreender por que Catarina, ainda consciente das fraquezas humanas dos sacerdotes, teve sempre uma grandíssima reverência com relação a eles: eles distribuem, através dos sacramentos e da Palavra, a força salvífica do Sangue de Cristo. A santa de Sena convidou sempre os sagrados ministros - também o Papa, a quem chamava de "doce Cristo na terra" - a serem fiéis às suas responsabilidades, movida sempre e somente pelo seu amor profundo e constante pela Igreja. Antes de morrer, disse: "Partindo eu do corpo, em verdade, consumi e dei a vida na Igreja e pela Igreja Santa, o que me é uma graça singularíssima" (Raimundo de Cápua, Santa Caterina da Siena, Legenda maior, n. 363).



De Santa Catarina, portanto, aprendemos a ciência mais sublime: conhecer e amar Jesus Cristo e sua Igreja. No "Diálogo da Divina Providência", ela, com uma imagem singular, descreve Cristo como uma ponte lançada entre o céu e a terra. Está formada por três degraus constituídos pelos pés, pelo lado e pela boca de Jesus. Elevando-se por meio desses degraus, a alma passa pelas três etapas de todo caminho de santificação: o desapego do pecado, a prática das virtudes e do amor, a união doce e afetuosa com Deus.



Queridos irmãos e irmãs: aprendamos de Santa Catarina a amar com coragem, de forma intensa e sincera, a Cristo e à Igreja. Façamos nossas, para isso, as palavras de Santa Catarina que lemos no "Diálogo da Divina Providência", na conclusão do capítulo que fala de Cristo-ponte: "Por misericórdia, Tu nos lavaste no Sangue; por misericórdia, quiseste conversar com as criaturas. Ó Louco de amor! Não te bastou encarnar-te, mas quiseste também morrer! (...) Ó misericórdia! Meu coração se afoga ao pensar em Ti: em qualquer lugar em que eu volte a pensar, não encontro mais que misericórdia" (cap. 30, pp. 79-80).



Plan de tous les livres de Sainte Catherine de Sienne

Sainte Catherine de Sienne
docteur de l'église catholique
1347 - 1380

télécharger gratuitement les livres de sainte Catherine de Sienne

Plan de tous les livres de Sainte Catherine de Sienne
Les Dialogues de Sainte Catherine de Sienne se composent de 5 Traités :
Traité de la Discrétion de Sainte Catherine de Sienne
Traité de la Prière de Sainte Catherine de Sienne
Traité de la Providence de Sainte Catherine de Sienne
Traité de l'Obéissance de sainte Catherine de Sienne
Traité de la Perfection de Sainte Catherine de Sienne

Prières de Sainte Catherine de Sienne
Lettres de sainte Catherine de Sienne - lettres 1 à 19
Lettres de sainte Catherine de Sienne - lettres 20 à 38
Lettres de sainte Catherine de Sienne - lettres 39 à 55
Lettres de sainte Catherine de Sienne - lettres 56 à 77
Lettres de sainte Catherine de Sienne - lettres 78 à 91
Lettres de sainte Catherine de Sienne - lettres 92 à 109
Lettres de sainte Catherine de Sienne - lettres 110 à 129
Lettres de sainte Catherine de Sienne - lettres 130 à 149
Lettres de sainte Catherine de Sienne - lettres 150 à 165
Lettres de sainte Catherine de Sienne - lettres 166 à 179
Lettres de sainte Catherine de Sienne - lettres 180 à 199
Lettres de sainte Catherine de Sienne - lettres 200 à 219
Lettres de sainte Catherine de Sienne - lettres 220 à 239
Lettres de sainte Catherine de Sienne - lettres 240 à 261
Lettres de sainte Catherine de Sienne - lettres 262 à 290
Lettres de sainte Catherine de Sienne - lettres 291 à 324
Lettres de sainte Catherine de Sienne - lettres 325 à 349
Lettres de sainte Catherine de Sienne - lettres 350 à 373

La Vie de sainte Catherine de Sienne par Raymond de Capoue

les Raisons du titre de docteur de l'Eglise de sainte Catherine de Sienne
Merci à Dominique Stolz, moine bénédictin suisse, de l'abbaye de saint Benoit Port Valais qui a réalisé cette magnifique édition umérique.http://www.abbaye-saint-benoit.ch/frame.html, cliquez sur Bibliothèque
Bibliographie :
Lucienne PORTIER, CATHERINE DE SIENNE, LE DIALOGUE, Coll. Sagesses Chrétiennes Cerf 1992
Sainte Catherine de Sienne, LE LIVRE DES DIALOGUES suivi de lettres. Préface et traduction de Louis Paul-GUIGUES, éditions du Seuil 1953
LE DIALOGUE DE SAINTE CATHERINE DE SIENNE, traduction nouvelle de l’italien (reproduction offset) par le R.P. J. HURTAUD, O.P., éditions P. TEQUI 1976.
LETTRES DE SAINTE CATHERINE DE SIENNE, tome I et II, traduites de l’italien(reproduction offset), par E. CARTIER, éditions P. TEQUI, 1976.
LE LIVRE DES DIALOGUES, suivi d'un choix important de lettres, trad., intr. et table analytique de L.-P. Guigues, Seuil, Paris (1953) 1981.
Comtesse de FLAVIGNY, SAINTE CATHERINE DE SIENNE, Paris 1895
Bienheureux Raymond de Capoue, VIE DE SAINTE CATHERINE DE SIENNE, traduit par le R.P. HUGUENY, éd. P. LETHIELLEUX, Paris 1903. (Rééditon Téqui 2000).
Johannes Joergensen, SAINTE CATHERINE DE SIENNE, éd. BEAUCHESNE, Paris 1919
J. Leclercq, Sainte Catherine de Sienne, Casterman, Tournai-Paris 1947.
S. Undset, Catherine de Sienne, (trad. du norvégien) Biblis, Bruxelles 1953.
Arrigo Levasti, La vie de Sainte Catherine de Sienne, combattante de la paix, éd. du Seuil, 1953, 438pp.
SAINTE CATHERINE DE SIENNE, JESUS-CHRIST NOTRE RESURRECTION, Oraisons et élévations, traduit de l’Italien par Augustin Bernard, éditions du Cerf, 1980
LES ORAISONS, trad. et intr. de L. Portier, coll. "Sagesses chrétiennes", Cerf, Paris 1992.
Dominique de Courcelles, LE "DIALOGUE" DE CATHERINE DE SIENNE, Ed. du Cerf, 1999, Coll. "Classiques du Christianisme", 140pp., 95 ff
Bernard Sesé, CATERINE DE SIENNE, coll. "Petite vie de...", Paris, DDB, 2000, 1185 pp. (68 FF).
DIVERS
Catherine de Sienne, une femme dans l'Eglise, Fêtes et Saisons n° 349, Cerf, 1980
Catherine de Sienne, Dieu est amour n°73, Téqui, Paris 1985.
Collectif, L'Eglise et les hommes, t.2, coll,. "Les chemins de la foi", Droguet-Ardent/Fayard, 1984, article de N. Echivard, Sainte Catherine de Sienne, pp. 111-131.
C. Feldmann, Les rebelles de Dieu, (trad. de l'allemand), Ed. Paulines, Montréal 1987, présentation en style journalistique de plusieurs saints, dont Catherine : pp. 43-83.
A. Champdor, Catherine de Sienne et son temps, A. Guillot, Lyon 1982.
Collectif, Catherine de Sienne, La vie spirituelle n° 640-641, Cerf, Paris 1980.
Collectif, Catalogue de l'exposition "Catherine de Sienne", édité par le Conseil Général du Vaucluse et réalisé par un comité scientifique présidé par A. Vauchez et J. Chiffoleau, Avignon (Petit Palais), 1992.
Collectif, Catherine de Sienne et Thérèse d'Avila, la vie spirituelle n°718, Cerf, Paris 1996.
J. M. Perrin, O.P., CATHERINE DE SIENNE, CONTEMPLATIVE DANS L'ACTION, Téqui, Paris 1980.
Ch. van der Plancke, "De la peur qui enchaîne à la crainte qui délivre. Catherine de Sienne (1347-1380)", dans Lumen Vitae, 1994/2, "Traverser les peurs", pp. 177-187.
Denise Pépin, CATHERINE RACONTE…
C. van der Plancke et A. Knockaert, Prier 15 jours avec SAINTE CATHERINE DE SIENNE, éditions Nouvelle Cité.
LE ROSAIRE, Textes de Sainte Catherine de Sienne, édité par le Monastère de Chambarand.
NE DORMONS PLUS, IL EST TEMPS DE SE LEVER, Catherine de Sienne (1347-1380), Elisabeth J. Lacelle, éd. Cerf - Fides 1998
Francine de Martinoir, CATHERINE DE SIENNE ou la traversée des apparences, Editions du Rocher 1999
A paraître prochainement du même auteur, un ouvrage sur Catherine et le Pape
Emilia Granzotto, CATHERINE DE SIENNE, UNE SAINTE DE NOTRE TEMPS, Médiaspaul, 1999, 87p.
Bénédicte Jeancourt , CATHERINE N'A PEUR DE RIEN, in rev. Grain de soleil n°122, mars 2000, éd. Bayard Presse.

Petite vie de sainte Catherine de Sienne (1347-1380)
Vierge et docteur de l’Eglise. fête le 29 avril.
Catherine Benincasa ( sainte Catherine de Sienne ) est née à Sienne (Italie) le 25 mars 1347, dimanche des rameaux et Annonciation. En 1352, sainte Catherine de Sienne a une vision du Christ-Pontife et sainte Catherine de Sienne fait vœu de virginité. A l'âge de quinze ans, Sainte Catherine de sienne revêt l'habit des sœurs de la Pénitence de Saint Dominique (les Mantellate). L'origine de ce groupement remonte à saint Dominique qui avait réuni et organisé des laïcs en une milice chargée de récupérer et de défendre les biens de l'Eglise usurpé par des laïcs et de résister aux hérétiques. Les Soeurs de la pénitence de saint Dominique à l'époque de sainte Catherine de Sienne ne réunissait normalement que des veuves, mais avait la permission d'entendre les Offices dans les églises des Frères Prêcheurs. Elles suivaient une règle qui n'était pas vraiment religieuse puisque ces soeurs ne prononçaient pas de voeux.
Après la mort de sa soeur Bonaventura, va commencer la vie d’ascèse de sainte Catherine de Sienne . En 1368, après le retour à Dieu du père de sainte Catherine de Sienne et du mariage mystique de sainte Catherine de Sienne avec le Christ, sainte Catherine de Sienne sauve ses frères pendant un coup d’état à Sienne. Deux ans après, sainte Catherine de Sienne donne son coeur à Jésus pour l’Eglise. De la même année datent les premières lettres de sainte Catherine de Sienne et les premières conversions opérées par sainte Catherine de Sienne . sainte Catherine de Sienne provoque quelques émotions dans sa cité et dans l’Ordre des dominicains. sainte Catherine de Sienne doit comparaître devant le Chapitre général des dominicains à Florence en 1374. sainte Catherine de Sienne rencontre alors le Bienheureux Raymond de Capoue qui deviendra son directeur spirituel.
Avignon
A partir de 1375 commence une période de la vie de sainte Catherine de Sienne durant laquelle sainte Catherine de Sienne prend de manière plus publique, la défense des intérêts du Pape et sainte Catherine de Sienne manifeste son souci de l’unité et de l’indépendance de l’Eglise, ainsi que du retour du Pape d’Avignon à Rome. sainte Catherine de Sienne rencontre le pape Grégoire XI à Avignon. En septembre 1376, sainte Catherine de Sienne retourne à Sienne et Grégoire XI prend le chemin de Rome. sainte Catherine de Sienne continue son service d’ambassadrice du pape auprès des villes italiennes toujours en pleine ébullition. En 1378, après le décès de Grégoire XI, Urbain VI est élu pape. 5 mois après cette élection tumultueuse et les maladresses de l’élu, malgré les appels à la patience et les mises en garde de sainte Catherine de Sienne, survient le Grand Schisme d’Occident et l’élection de l'antipape Clément VII (Robert de Genève). sainte Catherine de Sienne se bat pour que soit reconnu Urbain VI. La même année 1378, sainte Catherine de Sienne commence la rédaction de ses Dialogues, qui, rapporte une tradition, auraient été composés en cinq jours d’extase, du 9 au 14 octobre. sainte Catherine de Sienne vient s’établir définitivement à Rome. Deux ans après, après avoir reçu dans une vision, la nef de l’Eglise sur ses épaules, dans l’église du Vatican, sainte Catherine de Sienne meurt à Rome à l’âge de 33 ans. Bien que ne sachant pas écrire et ne connaissant pas le latin, sainte Catherine de Sienne laisse derrière elle une œuvre considérable. L’importance de l' œuvre de sainte Catherine de Sienne pour la langue italienne moderne est reconnue.
Appartenant au tiers-ordre dominicain, sainte Catherine de Sienne est canonisée en 1461 par le pape Pie II, sainte Catherine de Sienne est patronne de l’Italie et sainte Catherine de Sienne a été déclarée docteur de l’Eglise par le pape Paul VI, le 4 octobre 1970 en même temps que Sainte Thérèse d’Avila.

Bibliographie de sainte Catherine de Sienne venant de http://www.home.ch/~spaw2744/catherine
www.JesusMarie.com